Cuando la dentina se halla expuesta en un diente vital, y recibe estímulos térmicos, químicos o mecánicos, se produce una sensación dolorosa de gran intensidad, que persiste mientras dure el estímulo. Este cuadro álgico afecta a uno de cada siete adultos en EEUU y puede limitar los hábitos alimenticios y las actividades en los individuos que la padecen.
A esta situación se le ha denominado hipersensibilidad, estando su uso muy extendido en la literatura dental inglesa e hispana. Si embargo, el uso de esta palabra está más vinculado a los fenómenos inmunológicos exagerados (ej. anafilaxis) cuando los sistemas de defensas del organismo detectan un "invasor" (ej. antígenos).
Quizá por este motivo deberíamos referirnos a las algias de origen dentinario como hiperestesias o sensibilidades dentinarias.
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