En los pocos meses que Donald Trump lleva en la Casa Blanca, las sacudidas se suceden sin tregua. Una lluvia de crisis políticas, judiciales, parlamentarias y mediáticas que no da ni un respiro a la Administración Trump. Especialmente una de ellas: la investigación sobre la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016 y los supuestos vínculos con la campaña de Trump. La Casa Blanca siempre ha negado conspiración alguna. Pero las investigaciones del FBI, el departamento de Justicia y el Congreso avanzan a golpe de escándalo. Y cada golpe desencadena un nuevo drama dentro del Ala Oeste. Luchas de poder, enfrentamientos ideológicos, contradicciones narrativas, filtraciones internas y frustración presidencial. Todas estas tensiones están pasando factura en la confianza de Trump en su equipo más cercano, cada vez más reducido y con más miradas de reojo. El presidente exige lealtad obsesiva a los suyos. Pero esa promesa es difícil de cumplir, a medida que arrecian los escándalos y aumentan los impulsos incontrolables de Trump, un presidente cada día más encerrado en sí mismo con un equipo cada vez más agotado. Pese a estar acostumbrados al caos, este es otro nivel. La sucesión de crisis e intrigas, dignas del mejor guion hollywoodiense, han dejado una larga lista de nombres en la cuerda floja de la Casa Blanca. Dibujamos a continuación el mapa de las personas de confianza del presidente de Estados Unidos, con el riesgo de que cuando ustedes lean estas líneas, el círculo se haya estrechado. Todavía más.
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