El pantalón vaquero constituye, hoy por hoy, uno de los más claros y clásicos atributos de la masculinidad liberada y liberal. Un uniforme masculino que masculiniza a las mujeres que lo llevan, cumpliendo adecuadamente con lo que ellas le piden: minetismo. Por eso, parecería que las campañas de blue jeans dirigidas al segmento femenino estuvieran, nom natas, condenadas al fracaso por el simple principio contradictorio del odio-amor sexista. Incluyendo los 12 millonees de dólares de la de Levi's de este verano.
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