Está sentada junto a una mesa de una sala del Teatro de la Abadía, de Madrid, y a simple vista pudiera parecer un personaje de Antonio Gala, pero no, es Verónica Forqué, aquella Cristal de ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, o la sensacional Doña Rosita de Miguel Narros, o, ahora, Maite, esa mujer rebosante de vitalidad de La Respiración, de Alfredo Sanzol, que se repone en La Abadía, con nuevo reparto, hasta el 25 de junio para después salir de gira. Dice: “Hay dolores mucho mayores que el abandono”. Y lo hace con la voz inconfundible de Verónica Forqué, esa voz suave por la que no han pasado los años, pero se ha hecho más sabia.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados