El hombre del siglo XXI vive tres nuevas formas de esclavitud: la de estar en lugar de ser; la del autosometimiento en lugar de la libertad; la de vivir el mundo ficcional en lugar de larealidad. Muy difícil se hace disgregarlas porque mantienen fuertes interrelaciones entre ellas, al punto que condiciones de una aparecen en las otras. Sólo se discriminarán muy brevemente, a los fines del análisis teórico y de manera bastante imprecisa, dado que en las prácticas se imbrican.
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