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Resumen de El santo compadrito

José Miguel Armendáriz Azcárate

  • La paternidad humana viene a ser una participación de la de Dios, del cual “procede toda paternidad en los cielos y en la tierra” (Ef 3, 15). Don Antonio Rendic no tuvo hijos carnales, pero fue recompensado con una multitud de hijos de su espíritu. Sus testimonios son muy reveladores, lo llaman el “compadrito” y le piden favores. ¿Quién es este doctor y poeta que vivió y murió con fama de santidad? ¿Por qué la Iglesia ha abierto su proceso de beatificación y hoy se le invoca como siervo de Dios? Poner el corazón donde está la miseria humana –por amor a Jesucristo–, curar a los enfermos de cuerpo y alma, restañar las heridas de la existencia, son ejemplos del sello de este médico de los pobres. Tras su partida, el Dr. Rendic demuestra ser un extraordinario intercesor. Por eso, dar a conocer su vida es un acto de misericordia para con las nuevas generaciones.Human paternity makes up a participation of God’s paternity, from which “every family in heaven and on earth comes” (Eph 3, 15). Dr. Antonio Rendic did not have any children, but he was awarded with a number of sons in his spirit. Their testimonies are very revealing. They call him the “holy buddy” and ask him for favors. Who is this doctor and poet who lived and died surrounded by a reputation of sanctity? Why has the Church opened his beatification process and is now invoked as a servant of God? Putting the heart where there is human misery –for Jesus Christ’s sake–, curing the sick in body and soul, and healing the wounds of existence are the seal of this doctor of the poor. After his death, Dr. Rendic proved to be an extraordinary advocator. Therefore, letting other know about his life is an act of mercy to the new generations. 


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