Aunque el ser humano ha alterado el sistema terrestre, los científicos debaten acerca de si esos cambios dejarán huellas permanentes en los estratos geológicos que definen formalmente las épocas y las eras.
Hemos diseminado aluminio, plásticos, hormigón, partículas de carbono (procedentes de la quema de combustibles fósiles), insecticidas y partículas radiactivas (liberadas por bombas nucleares) por mares y continentes. Ello favorece la declaración del Antropoceno como una nueva época.
Queda por dilucidar si la nueva época habría empezado hace miles de años, cuando comenzaron a discernirse los primeros efectos antrópicos, o si solo se iniciará en un futuro, cuando se expresen por completo las consecuencias de nuestras actividades.
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