No es sencillo saber en dónde y cuándo se inicia un acto creativo, ni si elmismo procede de una exigencia espiritual o de la magia, si ha sido dictado por unmandato imperioso del cosmos o si estaba escrito de antemano en nuestrosgenes. Crear es una fuerza arrolladora e indefinible y narrar, una de susvertientes, tan atractiva como diseñar un laberinto, inventar un jeroglífico, buscargaleones hundidos en el fondo del océano, escalar montañas prohibidas, descifrarlos signos de un idioma antiquísimo que, a fuerza de voluntad, cada escritorintenta transformar en nuevo y futurista.
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