Lo primero que hice tras decidir el ángulo desde el que queríamos abordar este reportaje, o como queramos llamarlo, fue ponerme en contacto con 15 profesionales que se encontraran viviendo y trabajando en otro lugar del mundo, desde Europa o Latinoamérica a Estados Unidos. Amigos, antiguos compañeros o conocidos de la profesión en mayor o menor medida, todos dijeron inmediatamente que sí. Nadie preguntó nada de nada (ni siquiera después de haber descolgado a mi mujer del escenario del Kursaal vestida de cordero), todos dijeron SÍ. Después de haber vivido y trabajado fuera varios años, casi me atrevo a decir que esto es algo que sólo ocurre en el sector publicitario español.
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