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La Arquitectura del Trabajo de Antonio Perpiñá Sebriá en la Castellana. Una ciudad de los negocios americana para la administración pública española.

  • Autores: Ángela Monje Pascual
  • Localización: Pioneros de la Arquitectura Moderna Española: Análisis Crítico de una obra / coord. por Teresa Couceiro Núñez, 2016, ISBN 978-84-608-7409-6, págs. 571-584
  • Idioma: español
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  • Resumen
    • El paseo de la Castellana de Madrid ofrece un representativo elenco de la Arquitectura del Trabajo administrativo del siglo XX producida por arquitectos españoles. Corrales y Molezún, Oiza, Zuazo, Gutierrez Soto, Moneo, Fisac, de La-Hoz y Lamela forman parte de los arquitectos más paradigmáticos con proyectos de gran relevancia y amplia difusión que dejan al margen a otros autores no menos importantes, aunque apenas publicados. El caso que nos ocupa es el de un gran arquitecto catalán, natural de Gerona y afincado en Madrid, Antonio Perpiná Sebriá (1918-1995). Su labor más destacada gira en torno al urbanismo con importantes actuaciones del nivel de la ordenación de los márgenes del río Manzanares, la Ciudad de los Poetas, el Barrio de la Estrella y la Ordenación comercial de Madrid-AZCA, inspirado en la fluidez comercial de las megalópolis norteamericanas, como el Rockfeller Center de Nueva York, con la que consiguió el primer premio en un Concurso Internacional de 1954. Pero el conjunto que queremos señalar se encuentra un poco más al Norte, entre los números 158-166 de la Castellana, lo que en su día fue el Ministerio de Industria y Comercio.

      En 1956, Antonio Perpiñá gana por unanimidad el primer premio del Concurso de ideas para la organización y composición de volúmenes del conjunto de edificios para los Ministerios de Industria y Comercio. El proyecto ofrece una novedosa aportación urbana con una fuerte influencia del brutalismo inglés del momento, por un lado, y de la arquitectura americana coetánea, por otro. La utilización de piezas de hormigón prefabricado con una marcada textura superficial acerca el proyecto a la solución que ofrece la sede de la revista Economist de Peter y Alison Smithson en Londres, también con un marcado carácter urbano. Perpiñá propuso dos edificios separados, uno de 14 pisos para el Ministerio de Industria y otro de 27 pisos para el de Comercio. Dos volúmenes principales en torno a una plaza interior donde destaca el cuerpo vertical sobre un elemento horizontal, un esquema compositivo que propone Gordon Bunshaft en la Lever House de Nueva York en 1952. En la Castellana, el elemento horizontal de tres plantas disponía de un anexo para cada ministerio y dos cuerpos más para elementos comunes, un salón de actos y despachos, sobre el que destacaba un salón de exposiciones como elemento singular. Un programa complejo que nos recuerda otras actuaciones de SOM, como el Connecticut General Life Insurance, que en 1954 introduce el concepto de ciudad de los negocios, un conjunto de edificios alejados de la vorágine de la ciudad y protegida de sus peligros. En ambos casos, un módulo genera un ritmo constante y se impone en la composición general.

      Entre los años 1958 y 1959, Antonio Perpiñá desarrolló el proyecto junto a su compañero Mariano Garrigues y el ingeniero Eduardo Torroja. Aunque los edificios que finalmente se construyeron entre 1972 y 1980 muestran cambios sustanciales con respecto al proyecto original, se conservan algunos aciertos urbanísticos y estructurales del conjunto vinculados a la arquitectura americana coetánea.


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