Cádiz, España
OBJETIVO: La cirugía reconstructiva ureteral laparoscópica es realizada de forma rutinaria, ya que ha demostrado una eficacia y perfiles de seguridad similares a los de la cirugía abierta en manos expertas. Las complicaciones quirúrgicas más frecuentes tras el trasplante renal son las urológicas, presentándose hasta en el 12,5% de los casos, pudiendo comprometer la función del injerto y la mortalidad. Las más comunes incluyen la estenosis de la anastomosis urétero-vesical (2,5-7,5%) y el reflujo vésico-ureteral (0,4-2,2%), que puede aparecer hasta en un 80% de casos.
MÉTODO: Descripción de la técnica de reimplante laparoscópico tipo Lich-Gregoire en pacientes trasplantados renales.
RESULTADOS: Desde octubre de 2012 hasta la actualidad hemos realizado 14 reimplantes ureterales laparoscópicos tipo Lich-Gregoire en pacientes trasplantados, 9 por estenosis ureteral distal y 5 por reflujo vésico-ureteral, en ningún caso ha habido necesidad de reconversión a cirugía abierta.
CONCLUSIONES: La cirugía laparoscópica ha evolucionado mucho permitiendo realizar técnicas poco imaginables hace años. Los trasplantados renales presentan complicaciones postoperatorias frecuentes, por lo que son ampliamente beneficiados de la cirugía mínimamente invasiva como la endoscopia o laparoscopia. La técnica del reimplante laparoscópico tipo Lich-Gregoire en pacientes trasplantados renales es reproducible en los centros con experiencia laparoscópica y en trasplantes.
OBJECTIVES: Laparoscopic ureteral reconstructive surgery is routinely performed , because it demonstrated efficacy and safety profiles similar to open surgery in expert hands. The most frequent surgical complications after transplant are urological, appearing in up to 12,5% of the cases; they can compromise graft function and mortality. The most frequent ones include ureterovesical anastomosis stenosis (2,5-7,5%) and vesicoureteral reflux (0,4-2,2), which present in up to 80% of the cases.
METHODS: Technical description of the Lich–Gregoire ureteral reimplantation technique in renal transplant patients.
RESULTS: From October 2012 we performed 14 Lich-Gregoire laparoscopic ureteral reimplantations in transplant patients, 9 due to distal ureteral stenosis and 5 for vesicoureteral reflux. There were not open conversions.
CONCLUSIONS: Laparoscopic surgery has evolved much allowing the performance on techniques that we could not think of years ago. Renal transplant patients present frequent postoperative complications, so they benefit of minimally invasive surgery such as endoscopy or laparoscopy. The Lich-Gregoire laparoscopic reimplantation in transplant patients is reproducible in Centers with experience both in laparoscopic surgery and transplantation.
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