Ya es habitual escuchar o leer en producciones académicas que AméricaLatina es la región más desigual del planeta. También que la desigualdadse hace particularmente visible en los sectores más jóvenes y en la educación,entre otra multiplicidad de prácticas sociales. Los jóvenes se van delas aulas, o no llegan a ellas. Se van de un espacio social que se preparópara ellos. ¿Por qué entonces no le encuentran sentido o, si le encuentran,se vuelve intransitable más tarde o más temprano? ¿Qué papel cabe a loscentros de formación de docentes y a los centros que reciben adolescentesy jóvenes, para contrarrestar alguno de los efectos devastadores deldesinterés y la desafiliación ya mencionada?¿Cómo deberíamos trabajareste problema los adultos y antes, cómo deberíamos formularlo? Tal vezel principio de algún tipo de solución se encuentre por el camino de pensarde nuevo, también, las preguntas.
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