Identificar escribanos puede resultar un reto muy entretenido, sobre todo si, además de reconocer la especie, el empeño va más allá para intentar averiguar sexo y edad de los ejemplares. Ligados a hábitats diferentes, encontrarlos en un lugar concreto u otro ya puede suponer una gran pista a la hora de acertar con su nombre. Porque el “apellido” de palustre, triguero, soteño, hortelano o montesino tiene mucho que ver con sus ambientes preferidos, ya sean zonas húmedas, agrícolas, boscosas o montañosas. Algunos también frecuentan parques urbanos.
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