En este trabajo se discuten dos modelos opuestos de construcción de la identidad a partir de la contraposición que hace el filósofo Bernard Williams de las figuras de Rousseau y el sobrino de Rameau de Diderot. Frente a la concepción representacional de la identidad como copia o proyección de un ser interior, se propone una noción performativa de la personalidad basada en la espontaneidad y la multiplicidad como fuentes del sujeto contemporáneo. En el trasfondo de esta reflexión se encuentra la hipótesis de que ambos métodos de producción ética de la identidad personal responden a concepciones estéticas profundamente enraizadas, una más próxima al modelo pictórico de copia de un original y la otra, teatral, basada en la importancia de la interpretación en los procesos de creación.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados