Ha sido la última en oficializar su candidatura. Es también, de los tres aspirantes a liderar el PSOE, la que más se juega en la encarnizada batalla de las primarias de mayo. Susana Díaz, abandonado a su pesar el sueño de ser elegida por aclamación, ha puesto sobre la mesa de apuestas no sólo su propio futuro político, sino también el de la joya de la corona socialista, el gobierno andaluz. Una jugada en la que, aunque parte como favorita con el apoyo de buena parte del aparato, de Zapatero y de algunos históricos, en el mejor de los casos conseguirá un resultado demasiado ajustado como para ser considerado como una gran victoria.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados