Su imagen ha aterrizado estrepitosamente en los medios como el de un inesperado y temido meteorito (o como un elefante republicano en una cacharrería). Es la encarnación del nuevo villano de la iconosfera global. Ilustradores de todo el mundo ha afilado sus lápices (es un decir) en son de guerra. No se trate de una resistencia gráfica organizada, sino sencillamente de que en los medios se ha disparado la demanda de imágenes que ilustren las ocurrencias de este ser zafio, estrafalario, vociferante y vulgar que, no obstante, está a los mandos del país más poderoso de la Tierra. Las metáforas han empezado a silbar como balas.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados