Verdadera retórica, verdadera responsabilidad social

• Fabrizio Ruzzo ^[1]
  1. [1] Universidad Campus Bio-Médico de Roma
• Localización: Medicina y Ética: Revista internacional de bioética, deontología y ética médica, ISSN-e 2594-2166, ISSN 0188-5022, Vol. 27, Nº. 4 (Octubre-Diciembre), 2016, págs. 609-633
• Idioma: español
• Títulos paralelos:
  • True rhetoric true social responsibility
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• Resumen
  • español

    La responsabilidad social requiere como condición esencial el diálogo entre dos sujetos: el titular de la responsabilidad y el destinatario de la responsabilidad misma. La responsabilidad social es una virtud que impulsa a quien la practica a buscar el bien de la comunidad a través del ejercicio de su propia actividad profesional, empresarial, institucional y, de ese modo, según la propuesta aristotélica, el sujeto de tal virtud se perfecciona a sí mismo, a la actividad ejercida y el destinatario de la actividad misma.

    Esta preocupación por las necesidades de la comunidad expresa en realidad algo desde el punto de vista de la empresa, acerca de su relación con la comunidad, habla de su modo de ser parte, componente, “a corporate citizen”, de la comunidad.

    El hospital es el lugar por excelencia en el cual se ofrece atención a los otros y el arte del “saber decir bien las cosas” es aplicable no sólo a la relación médico-paciente sino también a otros ámbitos; en particular aquí se desea desarrollar la relación entre el hospital entendido como organización, y los destinatarios de su acción. Se pretende por tanto subrayar que “decir bien” las cosas sea un aspecto esencial de la responsabilidad social (RS) de un hospital y en particular, desde el momento en que la RS es una virtud aplicable a una organización sólo en un plano analógico, un aspecto esencial de la RS de un director general de una organización sanitaria.

    La confianza generada por un buen director general de una organización sanitaria es capaz de favorecer la cooperación responsable necesaria para realizar el fin de la empresa sanitaria, estimulando la red de actores que participan con su contribución para realizar tal fin.

    El buen orador es capaz de promover en sus interlocutores aquellas energías necesarias para realizar en el mejor modo posible su tarea, animándolos a formular propósitos prácticos para conseguir su perfeccionamiento y el de los otros y en definitiva para realizar el bien común. Por tanto para que la retórica sea creíble y realice las funciones para las cuales está propuesta, es necesario que hable del actuar virtuoso de los operadores de la empresa sanitaria: la verdadera retórica necesita de verdadera responsabilidad social.

  • English

    The social responsibility (SR) requires as essential condition a dialogue between two subjects: the responsibility’s owner and his/her beneficiary. The social responsibility is a virtue. It pushes to pursue the community’s good and in this way, according the Aristotelian proposal, the social responsibility’s owner improves himself/herself, his/her activity, and the activity’s beneficiary.

    This attention to community’s needs says something about the firm’s point of view in relationships with its community. The hospital is the typical place for taking care of the others and the art of saying well can be applied to the physician-patient relationship but also to other fields. To say well is an essential condition of the hospital’s SR and particularly, since the SR is a virtue applied to an organization in analogic way, an essential aspect in the social responsibility of a general manager, in a hospital. The confidence inspiring a general manager is able to promote a responsible cooperation in order to carry out the health firm’s end. A good orator is able to generate in the others those essential energies in order to carry out their duties in the best way and the common good. However true rhetoric needs true SR.