María Magdalena Villarreal Martínez
Gran cantidad de comercios rurales ostentan letreros como éstos: "No fío porque fiando considero que voy perdiendo un amigo y ganando un enemigo a costa de mi dinero"; "No está el que fía salió a partirle la madre a uno que le dabía"; "Hoy no fío, mañana sí"; pero la mayoría siguen "fiando", al igual que los vendedores ambulantes, los distribuidores de fertilizantes y las tiendas de muebles, ropa y utensilios de cocina. El mecanismo de pago diferido o "fiado" es sólo uno de los dispositivos de deuda y crédito que sostienen a las vulnerables economías familiares. Se suman además los préstamos de cajas de ahorro, de la banca, y de prestamistas o usureros; las tandas, cundinas o rifas, y los "apoyos" gubernamentales y no gubernamentales orientados a grupos de menores ingresos, entre otros.
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