Resumen de Montgomery Clift (1ª Parte)
Tuvo una carrera breve pero intensa. Hombre correcto, gran actor y dotado de un especial carisma, fue la antítesis de otros dos monstruos de pantalla -que, al igual que él, alcanzaron las más altas cotas de popularidad en la década de los 50. Brando era rudo y viril, mientras que Dean era neurótico, aniñado e indefenso. Clift, por su parte, se caracterizaba por su refinamiento, su elegancia y una sensibilidad casi femenina a flor de piel, que le hacía especialmente vulnerable. Murió joven pero nos dejó el testimonio de su arte y su talento en una serie de títulos como Río Rojo, La Heredera, Un lugar en el sol o De aquí a la eternidad, que por sí solos habrían justificado el nacimiento de su leyenda
