El hecho milagroso de Guadalupe fue el eslabón que necesitaba el reino de Castilla para sentar y fijar las fronteras del oeste, sobre el que Alfonso XI desplegó su protección, elevando su iglesia a Santuario Nacional (1340) y declarándola de priorato real, con jurisdicción de mero y mixto imperio. Guadalupe de esta forma se convirtió en foco de peregrinación nacional y empresa de servicios benéficos-asistenciales, a la que los Reyes Católicos protegieron como su “Paraíso” fraguándose entre sus muros la unidad de España y los pilares de la Hispanidad.
The miraculous event of Guadalupe was the link that needed the kingdom of Castilla to sit and fix the borders west, on which Alfonso XI deployed its protection, bringing its church National Sanctuary and declaring real priory, with jurisdiction of grouper and mixed empire. Guadalupe thus became the focus of national pilgrimage and beneficial company-care services to which the Catholic Monarchs protected as his “Paradise” brewing within its walls the unity of Spain and the pillars of Hispanidad.
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