Al adquirir un objeto bien publicitado, prontolas mujeres nos damos cuenta —igual quelos hombres— de que el goce es parcial,pero ello no evita que volvamos a desearal próximo objeto. Siendo las mujeres lasmás frustradas por los límites que a nuestrosdeseos pone la cultura sexista, es lógicoinferir que no sólo las mujeres somos lamejor presa de la publicidad sino tambiénde los finales felices que ofrecen las seriesde TV, las películas y esa literatura quelas mujeres escriben para las mujeres, buscandonuestra identificación.
Once they have acquired a well marketed object, women —and men— soon realize that the pleasure of ownership is only partial.
Nonetheless, we still fall into the same trap when another desirable object appears.
Since women are extremely frustrated by the limits that sexist cultures place on our desires, a logical conclusion would be that women are not only the quintessential captives of publicity campaigns but also captives of the happy endings offered by TV series, movies and literature written by women for women who are searching for an identity.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados