Barcelona, España
En la tradición cristiana coexisten fructíferamente los temas de la miseria y la dignidad del hombre. Baltasar Gracián no es ajeno a esa doble tradición, que por un lado exalta al ser humano y por otra lo reduce a sus aspectos más deleznables. En El Criticón se observa también la yuxtaposición continua de ambas corrientes, que se corrigen a medida que avanza el curso de la narración: la sombría visión penitencial de la desdicha y la miseria humana perceptible al inicio del curso de la vida acaba contrapesada por el triunfo de la razón y de la voluntad. El trabajo revisa los principios antropológicos de la novela a la luz de la tradición de dignitate hominis en la literatura patrística y las letras del Renacimiento.
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