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Soluciones para el abastecimiento de agua en una ciudad romana: el ejemplo de Pompeya

  • Autores: Cristina García Moreno
  • Localización: Estudios arqueológicos del área Vesubiana I / Macarena Calderón Sánchez (ed. lit.), Sergio España Chamorro (ed. lit.), Rubén Montoya González (ed. lit.), 2015, ISBN 978-1-4073-1352-8, págs. 84-93
  • Idioma: español
  • Títulos paralelos:
    • Water supply solutions in a Roman city: the example of Pompeii
  • Texto completo no disponible (Saber más ...)
  • Resumen
    • español

      El fin de este artículo es el ofrecer un repaso a los diferentes métodos de abastecimiento de agua que fueron usados en la ciudad de Pompeya con el objeto de satisfacer las necesidades de su población a lo largo de su historia, partiendo del estudio de los restos arqueológicos que se han conservado. En las primeras etapas de la vida de la ciudad (desde el siglo VI a. C. hasta el I a. C.) los pozos excavados en la gruesa capa de suelo volcánico sobre el que se asienta la ciudad suponían una de las maneras de asegurarse este recurso, junto con el uso generalizado de sistemas para la recogida de agua de lluvia. Diversos pozos que alcanzan la capa freática se repartían por espacios públicos a los que cualquiera podía tener acceso, y casi cada vivienda tenía su propio sistema de recogida de agua de lluvia, normalmente una cisterna alojada debajo del “impluvium” en el atrio de la casa. En época de augusto se produjo un notable cambio de patrón debido a la conexión de Pompeya a la red de agua que circulaba por la región de Campania, el Aqua Augusta, hoy denominado Acueducto de Serino, que suministraba agua a las ciudades del golfo de Nápoles teniendo su punto final en el Cabo Miseno, donde se situaba una de las bases de la flota imperial. Con su recorrido total de 96 kilómetros, se trataba de uno de los acueductos más extensos del Imperio.

      La derivación que partía del trazado principal del acueducto y llevaba agua a Pompeya alcanzaba a la ciudad por el punto más alto, a 42 metros por encima del nivel del mar, junto a la puerta del Vesubio, donde se situaba el “castellum aquae”. Para resolver los desequilibrios de presión en el interior del sistema general de tuberías de plomo (“fistulae”) que llevaban el agua por toda la ciudad, fueron necesarios unos dispositivos intermediarios que se repartían a lo largo de las calles. Eran los “castella” secundarios, los cuales redistribuían el agua con la presión idónea. Consistían en altas torres coronadas por un tanque de plomo. Desde estos “castella”, el agua se distribuía a las fuentes públicas, edificios termales, o era enviada a las casas particulares, cuyos ricos propietarios tenían que pagar una tasa por este suministro. Durante el reino de Nerva, periodo en el que Frontino escribió su texto sobre la gestión del agua, el marco legal por el cual aquellas concesiones privadas de agua estaban reguladas establecía que nadie podía tomar agua pública para uso privado a menos que tuviera esta concesión autorizada por la autoridad imperial.

      De esta manera, la conexión de la ciudad a la red del acueducto brindó nuevas posibilidades que dieron entrada a cambios en las viviendas de la élite social. Junto a la pintura y escultura, el agua fue utilizada por medio de elegantes fuentes y otros dispositivos que se sumaban para contribuir a crear una atmósfera de lujo y ostentación en las casas, a la vez que se generaban espacios más refrescantes y evocadores de la Naturaleza dentro de la ciudad. Complejos termales públicos y privados, un gran número de fuentes públicas equitativamente distribuidas por la ciudad, “nymphea”, piscinas (“natatio”) y jardines ornamentales decorados con chorros de agua se convirtieron en elementos fundamentales con los que demostrar el buen gusto y el status del propietario.

    • English

      The aim of this paper is to provide an overview of the main water supply system that have been used in the city of Pompeii to meet the needs of its population throughout its history, from the study of the available archeological remains. In the earlier period of the city (from 6th century BC to 1st century BC), the water supply was provided by means of deep wells excavated in the thick layers of volcanic soils of the city and also with a by a widespread use of cisterns that collected rainwater. Deep wells that fetch water. In addition, almost every house had its own rainwater collection system, usually a cistern located under the “impluvium” in the atrium of the house. By the time of Augustus, a great change was introduced by the connection of Pompeii to the water network that run to the Campania region. The Aqua Augusta, today called Serino aqueduct, supplied water to the cities of the Gulf of Naples with its endpoint in Misenum Cape, Where the imperial fleet was established. With its total route of 96 Km, it was one of the longest aqueducts in the Roman Empire.

      The branch and led water to Pompeii reached the city at its highest point, at 42 meters above these levels, beside the Vesuvius Gate, where the “castellum aquae” stood. In order to solve the pressure imbalances in the whole lead pipes (fistulae) system that carried water throughout the city, some intermediate devices spread in the streets were needed. Those were secondary “castella” redistributed the water with a suitable pressure. They looked like tall towers topped with a lead tank. From these “castella”, water was distributed to public fountains, thermal buildings, or was sent to private house, whose rich owners had to pay a fee for this provision. During the reign of Nerva, the period in which Frontinus wrote his text about water management, the legal framework by which those private water concessions were ruled stated that absolutely no one could take public water for private use unless having this concession approved by the imperial authorities.

      This way, the connection of the city to the aqueduct brought new possibilities that prompted the introduction of a wide range of challenges in the homes of social elite. Along with painting and sculpture, water was used by means of beautiful fountains and other water features to contribute to an atmosphere of luxury and ostentation in the houses, while generating more refreshing and evocative spaces of nature within the city, nymphea, swimming pools (natation) and ornamental gardens garnished with jets of water became essential elements to show the good taste and status of the owner.


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