Félix García Moriyón, María Teresa Sanz García
Atravesamos una profunda crisis económica, que, como era inevitable, se está convirtiendo en una profunda crisis social y política que está afectando a la legitimidad del sistema vigente. En esta tesitura de predominio de las ideas neoliberales y crisis moral, queremos volver la vista atrás y considerar la aportación de Adam Smith, porque fue el quien sentó las bases de la teoría económica y fundamentó la propuesta liberal, tanto en política como en economía y porque destacó la dimensión moral de la actividad económica.
En su obra destaca que las bases morales de la economía son el sentimiento de simpatía y la figura del espectador imparcial, lo que sitúa la cuestión en un cuerpo a cuerpo y en un corto plazo en que también se situó posteriormente Keynes y en nuestros días Sen y los defensores de la economía del bien común. Su liberalismo poco tiene que ver con los actuales neoliberales que solo consideran la primera parte, el individualismo, pero no la segunda, el largo plazo, la sociedad.
Esperamos que esta vuelta a planteamientos iniciales proporcione argumentos adicionales a los que consideran que de la crisis actual no se sale insistiendo en la receta “más de lo mismo”.
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