Si los periodistas de guerra, los corresponsales y humanistas lograran que todos los que combaten por cualquier causa tengan un mínimo de respeto hacia los civiles, los heridos, los prisioneros, los ancianos, los niños y demás inocentes que no participan de la guerra se podría decir que se triunfó. El autor hace un análisis de las convergencias y diferencias en la labor, fines y propósitos de los corresponsales y los miembros de la Cruz Roja Internacional.
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