Refiere que la crónica roja ha sido maltratada, estigmatizada y prohibida desde hace años, más por motivos estéticos que éticos. No existe una técnica periodística para la crónica roja, porque no se enseña a tratarla en las universidades. La crónica roja necesariamente aparecerá mientras haya violencia, delincuencia, no se puede tener una doble moral, acota.
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