Los “Signos de los tiempos” reclaman la justicia y, especialmente, la misericordia. La justicia de Dios como justicia salvífica (gracia) trasciende nuestros conceptos de justicia, los cuales son necesarios pero in-suficientes para la dignidad de todo ser humano. Si la gracia es la que nos redime y salva, los misericordiosos y misioneros de la misericordia deben asumir una existencia en representación de las víctimas para que recuperen su lugar en el mundo y su dignidad. Así pues, misericordia y justicia deben implicarse mutuamente y el Jubileo de la Misericordia no será ajeno a este clamor por la Justicia.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados