Numerosas historias se han escrito, y se continúan escribiendo tanto en crítica como en literatura, acerca del futuro del Suroeste de Estados Unidos, y prácticamente siempre dicho futuro va mano a mano con las vicisitudes del agua. En un trabajo multidisciplinar que combina la ecocrítica, la historia medioambiental y teorías decoloniales,este artículo analiza las complejidades socio-tecnológicas que se encuentran tras la (mala) gestión del agua del Suroeste con especial atención a contextos urbanos, y sus consecuencias socio-medioambientales. Leslie Marmon Silko, en su obra The Almanac of the Dead(1991), presenta los planes para construir en Arizona una lujosa urbanización llena de fuentes y lagunas llamada ‘Venecia’. De forma similar la novela Alburquerque(1992), escrita por el célebre escritor chicano Rudolfo Anaya, presenta los esfuerzos de un candidato a la alcaldía por conseguir los derechos sobre el agua de la zona y sus planes para convertir la ciudad en una ‘Venecia del desierto’. Dichos planes provenientes de la ficción resultan particularmente creíbles cuando una lee las noticias sobre la urbanización Santolina, propuesta al oeste de la ciudad de Albuquerque. Por otra parte, la novela The Water Knife(2015), de Paolo Bacigalupi, presenta arcologías (edificios autosuficientes) como una posible opción para escapar de lo que prevé será una región infernal, una vez se agoten los acuíferos naturales y empeoren las inclemencias derivadas del cambio climático. La emigración, la xenofobia y la readaptación medioambiental se convertirán entonces en temas clave. Al analizar estas narrativas de ficción a través de una lente decolonial se cuestiona la actual gestión del agua en el Suroeste. Estas novelas distópicas resultan centrales a la hora de proponer futuros alternativos si se argumenta que la degradación medioambiental del Suroeste se debe en gran medida a la opresión cultural sufrida por los habitantes locales y nativos, al imponerles una cultural y una ética socio-medioambiental inadecuada.
Numerous stories have and are being written in both fiction and non-fiction about the future of the United States’ Southwest; and nearly always that future is considered to be closely linked to the vicissitudes of water. In a multidisciplinary work that combines ecocriticism, environmental history, and decolonial theories, this paper analyzesthe socio-technological complexities behind water (mis)management in the Southwest with a focus on urban environments, and their socio-environmental consequences. A lush sprawl development called ‘Venice’ is proposed in Arizona in Leslie Marmon Silko’s Almanac of the Dead(1991). In the same line, Chicano author Rudolfo Anaya presents struggles over water rights and plans for turning Albuquerque into a ‘desert Venice’city in his novel Alburquerque(1992). Fictional plans like these become very real when one reads the posts and news about the water-demanding Santolina sprawl development currently proposed for Albuquerque’s West side. On another note, Paolo Bacigalupi’s last novel, The Water Knife(2015) presents arcologies (self-contained, self-sufficient buildings) as an option to escape what he perceives will be a hellish region when climate change worsens and water underground levels are eventually depleted. Migration, xenophobia and environmental re-adaptation then become central issues to consider. A nuanced decolonial analysis of these dystopian narratives calls into question current decision-making around water management in the Southwest through the perspectives of these authors. If one argues that the environmental degradation of the arid Southwest is partly a consequence of the cultural oppression of the native local inhabitants, by imposing an inappropriate socio-environmental culture and ethics over the region, dystopian novels such as these become all the more relevant when proposing alternative futures.
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