La caída del muro de Berlín significó la apertura de puertas, anteriormente cerradas, para la exploración en doble sentido, de un mundo prohibitivo para los ciudadanos de Europa del Este y de otro mundo menos fascinante para los ciudadanos de Europa Occidental. Ha pasado poco más de un cuarto de siglo en el que se observan asentamientos de ciudadanos rumanos en Italia y España, los destinos más requeridos, pero también iniciativas y procesos de retorno a Rumanía, resultado de la crisis económica del 2009. Otra característica de la sociedad actual, tanto en Rumanía como en España, es la presencia de los jóvenes como motor de las sociedades creativas, según el ejemplo de Mark Zuckerberg, el fundador de la mayor red social, Facebook. Los jóvenes rumanos en España e Italia dejaron de seguir los pasos de los padres que abrieron camino en un nuevo ámbito, tomaron las riendas y montaron sus propios negocios. Otros, después de la escolarización en el sistema de enseñanza español o italiano, volvieron más ricos −en el sentido de know-how− a casa y montaron su propio negocio. La energía, la vitalidad y la lucha son los atributos de los jóvenes, pero no todos tienen el coraje de emprender.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados