Carlos Campillo Serrano, Leonila Rosa Díaz Martínez, Martha Romero Mendoza, Paula Padilla
En este artículo se presentan las cifras de prevalencia de los problemas de alcoholismo a los que se enfrenta el médico general de México. Estas cifras se basan en las investigaciones que se han llevado a cabo en el Instituto Mexicano de Psiquiatría (IMP). Posteriormente se comenta el papel que el médico general puede desempeñar en la prevención secundaria de los problemas relacionados con el consumo de alcohol. Por último, se informa brevemente sobre un proyecto de investigación que la Organización Mundial de la Salud (OMS) está coordinando en once países y en el cual participa México, por intermedio del IMP. Desde hace varios años, el IMP realiza estudios epidemiológicos para conocer la prevalencia de los trastornos psiquiátricos en la práctica médica general. Los ha efectuado en diversos medios que abarcan diferentes contextos socioculturales, como son los centros de salud de la Secretaría del mismo nombre (SSA), las unidades familiares del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y un hospital general privado, el Hospital Español; los primeros atienden a la población económicamente más desamparada; los del IMSS, a obreros y a trabajadores asalariados, y el último, a personas de las clases sociales media, media alta y alta. Los estudios han seguido el clásico diseño epidemiológico inglés, que se divide en dos etapas. La primera emplea como procedimiento de tamizaje (screening) o de identificación de los casos psiquiátricos, un cuestionario autoaplicable. La segunda consiste en confirmar la existencia de los casos psiquiátricos y en establecer un diagnóstico de acuerdo con la clasificación de enfermedades de la OMS. En la primera etapa se utilizó el Cuestionario General de la Salud de Goldberg y en la segunda, una entrevista psiquiátrica estructurada del mismo autor. Los dos instrumentos se elaboraron en Inglaterra, pero fueron adaptados y validados en nuestro país antes de utilizarse en los estudios. Las cifras globales de prevalencia de los trastornos que se encontraron, fueron las siguientes: el 49.8% en la SSA, el 40% en el IMSS y el 32.2% en el hospital general. La diferencia de los resultados y su significado se discuten en el texto. A partir de estos estudios se calculó la prevalencia de los problemas relacionados con el consumo de alcohol. Las cifras encontradas tienen dos orígenes. Las primeras corresponden a una apreciación preliminar, en la cual sólo se consignaron como caso los diagnósticos primarios y no se dividieron los sexos: se consigna una cifra global tanto para hombres como para mujeres. El resultado fue que las cifras de prevalencia fueron muy bajas; en el síndrome de dependencia al alcohol variaron del 0.2% al 1.7%. Por tal motivo, en la segunda apreciación se incluyeron todos los diagnósticos, tanto primarios como secundarios y además se excluyó a la población femenina, debido a lo bajo de sus cifras de prevalencia. El cálculo se hizo exclusivamente con los varones. Los resultados fueron los siguientes: 19.5% en la SSA, 3.8% en el IMSS y 3.6 en el Hospital Español. De acuerdo con otros estudios, las cifras siguen siendo bajas debido al diseño de la encuesta, pues no se trata de un estudio cuyo propósito sea localizar casos de alcoholismo exclusivamente. Sin embargo, la importancia de estas encuestas no radica en calcular con precisión las cifras reales de prevalencia, sino en el hecho de que los casos de alcoholismo que logra identificar están enmascarados casi siempre por sintomatología psiquiátrica y de que se trata de casos bastante graves, además de que están dirigidas a una población con alto riesgo de tener problemas por el alcohol, como es la de enfermos con alteraciones emocionales. Esta última situación se observa cuando se calcula la proporción de los individuos que tienen problemas asociados con el consumo de alcohol, entre aquellos que resultaron sufrir alteraciones psiquiátricas. Los resultados fueron los siguientes: 36% para la SSA, 7.7% para el IMSS y 13.7% para el Hospital Español. La conclusión de estos estudios coincide con los resultados de otros, en el sentido de que la prevalencia de los problemas asociados con el consumo de alcohol en la práctica médica general, es muy alta. Además se ha demostrado que el médico general resulta un agente eficaz en su tratamiento. Las investigaciones recientes han demostrado que las intervenciones terapéuticas breves, sencillas y perfectamente compatibles con el quehacer cotidiano del médico general, dan resultados alentadores. Por tal motivo, la OMS diseño una investigación que valore y evalúe estos procedimientos en once países. Se trata de una estrategia de prevención secundaria en la cual el médico general desempeña el papel principal. Actualmente la investigación se encuentra en la fase de recolección de datos.
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