Bourriaud formuló en la década de los ‘90 su estética de lo relacional, donde describía la relación entre la obra y el espectador, determinando como el significado es elaborado colectivamente, pero adscribiéndose a obras que específicamente están construidas mediante la participación del espectador. En el siglo XXI este tipo de manifestaciones se han multiplicado en número exponencialmente, sin embargo algunos autores resaltan que los resultados no dejan de ser individuales y contemplativos e incluso que la participación puede producir jerarquías entre las personas. Ante esto, en la actualidad, existen artistas y colectivos dedicados al arte urbano que buscan precisamente crear espacios donde las comunidades sí puedan ser igualitarias, pero ¿cómo se produce la conservación de las obras cuando son colectivas? En este trabajo se analizarán distintos casos mediante entrevistas a artistas y comunidades y documentación.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados