Los medicamentos tranquilizantes se dividen en dos grandes grupos: mayores y menores. Los primeros son también llamados neurolépticos de acuerdo con sus atributos farmacológicos, o antipsicóticos con base en sus efectos clínicos; mientras que los segundos, también llamados ansiolíticos, se utilizan frecuentemente con fines hipnóticos o sedantes, e incluyen entre otros a los gliceroles como el meprobamato, a algunos antihistamínicos como la hidroxicina y a las benzodiazepinas. En este artículo se revisarán algunos aspectos importantes, acaso novedosos, en la farmacología de las drogas antipsicóticas y las benzodiazepinas.
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