Mientras acontecía la sobrevivida existencia de los escritores en la España franquista, en el exilio no dejaba de encontrar una risa que carcajeaba en la misma lengua, aunque un rictus de tristeza, de rabia o de melancolía la acompañase. Una risa desperdigada en ciudades lejanas, incluso rodeada de otros idiomas, que lograba romper una distancia de amargura con un país, una guerra y un sueño roto.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados