María Jesús Sacristán de Miguel
Cuando queremos integrar las energías renovables en el medio urbano, nuestro objetivo es que la ciudad se desarrolle de forma sostenible satisfaciendo las necesidades de los ciudadanos que la habitan: vivienda, trabajo, ocio, relaciones sociales, comunicaciones, espacios creativos comunitarios, cultura, estímulos colectivos,� Todas las infraestructuras en su planificación deben valorar esas necesidades, para que una vez ejecutadas faciliten esas actividades a todos los ciudadanos. Centrándonos en las infraestructuras energéticas, tenemos la oportunidad de desarrollar un nuevo sistema de generación energética que se alimenta de las energías renovables como fuentes sostenibles. En este caso nos centramos en la geotermia somera como una de las opciones eficientes en la climatización de edificios, tanto viviendas como oficinas.
Nuestro objetivo es encontrar los ámbitos y escalas de aplicación más adecuados para que el intercambio de calor con el subsuelo se establezca de forma sostenible en el medio urbano. Se valora la gran oportunidad que presenta esta energía para la implantación de redes de distrito y trataremos de encontrar las escalas urbanas más adecuadas para su implantación.
Proponemos integrar la energía geotérmica en el sistema energético urbano desarrollando una infraestructura con visión de futuro cuyo objetivo principal sea el aprovechamiento de las energías renovables locales, las más propicias en nuestro entorno urbano y en nuestro ámbito de actuación.
Los requerimientos iniciales se basarán en un estudio de los recursos disponibles en nuestra ciudad para lo que necesitamos conocer sus características medioambientales, el sistema geomorfológico sobre el que la ciudad se asienta, el sistema atmosférico, e interactuando con ambos la biodiversidad ecológica de todos los seres vivos que interactúan entre ellos y con ambos sistemas.
Es este conjunto, específico de cada ciudad, lo que debemos conocer para respetarlo como sistema, es decir como conjunto de recursos materiales y seres vivos que tienen un modo de interactuar que es la clave para el funcionamiento y vitalidad del sistema.
El ser humano como parte de ese sistema, actuará respetando las reglas del sistema gestionando sus necesidades energéticas vitales, respetando el intercambio energético que el medio urbano soporta.
Esta idea de identificar la cuantificación del intercambio que el ambiente urbano soporta, es la clave para un desarrollo sostenible, y es la clave que exigen los recursos geotérmicos para que podamos disfrutar �explotar- toda la potencialidad energética que estos recursos reportan.
Desde un estudio y recopilación de los usos de los recursos geotérmicos a lo largo de la historia podemos retomar ideas para volver a utilizar esos recursos de una forma más eficiente con la implantación de una infraestructura urbana que utilice las nuevas tecnologías actuales para implementar la energía geotérmica dentro de un mix de generación de energías renovables que contribuya a la sostenibilidad en la ciudad.
El carácter gestionable de la energía geotérmica, ofrece una característica esencial para conseguir la estabilidad en un sistema energético urbano con generación basada en energías renovables.
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