La causa de la expulsión de los jesuitas en 1767 es uno de los temas más investigados y más debatidos en el devenir histórico, sin poder llegarse a una respuesta definitiva. Actualmente predomina entre los historiadores la opinión de que la Compañía fue expulsada en virtud de una "falsa razón de Estado" tomando como pretexto los motines contra Esquilache. Según la versión oficial fue una "medida quirúrgica" para extirpar un miembro enfermo. Por su parte, los jesuitas expulsados se sintieron víctimas propiciatorias de una persecución contra la Iglesia. Sea como fuere, su dramática expulsión tuvo consecuencias muy graves en Andalucía, especialmente en el campo educativo.
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