Mientras Francia e Italia implantan la semana laboral de 35 horas a partir del año 2000, el gobierno de José María Aznar rechaza esa medida y sigue cantando las 40. Confía en que el crecimiento económico le resuelva los problemas, especialmente la creación de empleo.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados