"Un mensaje provocativo gratuito y ofensivo que tiene como única finalidad la de crear ruido": es el motivo por el que el Tribunal de autodisciplina publicitaria italiano ha tomado la decisión de censurar, inmediatamente tras el lanzamiento, dos piezas de la campaña otoño-invierno del 91 de Benetton. Se trata de Giusy, la recién nacida que grita, con rastros de sangre y placenta y con el cordón umbilical aún sin cortar, y el beso -casto, pero no muy casto- de un joven cura con sotana y sombrero y una hermosa novicia.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados