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Hacia una arquitectura débil: Andrea Branzi y Gianni Vattimo

    1. [1] BAS-Bergen Arkitekthøgskole, Noruega
  • Localización: cpa : cuadernos de proyectos arquitectónicos, ISSN 2174-1131, Nº. 6, 2016 (Ejemplar dedicado a: Diálogos Cruzados/Antagonismos), págs. 82-89
  • Idioma: español
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  • Resumen
    • español

      Andrea Branzi es uno de los arquitectos que incorporan más tempranamente a su discurso la posmodernidad filosófica tal y como la formulan Jean-François Lyotard y, poco después, Gianni Vattimo.

      A principios de los 80 el filósofo italiano propone el pensamiento débil como una filosofía consistente con este nuevo entorno que estaría marcado por una condición a-histórica, un panorama fragmentado y babélico, y el debilitamiento del ser. Branzi no sólo incorpora este nuevo marco intelectual a su discurso muy pronto, sino que es, seguramente, quien lo traduce al campo arquitectónico de una forma más clara y explícita a través muchos de sus escritos y, sobre todo, de sus "modelos de urbanización débil”.

      Unas propuestas urbanas marcadas por la fragmentación, la inestabilidad y la ligereza en las que se verifica un proceso de disolución de la arquitectura perfectamente análogo a la disolución del ser descrita por Vattimo: las construcciones abiertas y adaptables de estas ciudades representan una especie de arquitectura atenuada que es al objeto arquitectónico canónico lo que el ser débil es al ser fuerte, metafísico en el discurso del filósofo. Sin embargo, a pesar de la indudable adherencia de la obra y el discurso de Branzi al pensiero debole de su compatriota, la relación entre ellos dista mucho de ser una pura incorporación por parte del arquitecto de un corpus que le era ajeno hasta ese momento. Por el contrario, resulta muy reveladora sobre los invariantes que Branzi ha mantenido, obstinadamente, a lo largo de su larga trayectoria y, más en general, sobre el modo en el que muchos arquitectos se relacionan con su entorno cultural.

    • English

      Andrea Branzi was among the first architects to incorporate the philosophical postmodernity -as it was formulated by Jean-François Lyotard and, soon after, by Gianni Vattimo- into his discourse. In the early 80’s the Italian philosopher puts forward the pensiero debole (weak thought): a philosophy meant to be consistent with this new situation marked by an ahistorical condition, a fragmented and babelian scenario, and the weakening of being. Branzi not only brings this new intellectual framework to his discourse very early, but also translates it to the architectural field in an extremely clear and explicit way through many of his writings and, above all, via his "models of weak urbanization." Urban proposals marked by fragmentation, instability and lightness and where a process of dissolution of architecture -that is perfectly analogous to the dissolution of being described by Vattimo- takes place: The open and adaptable structures of these cities represent a kind of ontologically attenuated architecture that relates to the canonical architectural object like the ‘weak being’ relates to the strong, metaphysical being in the philosopher’s discourse. However, despite the undeniable adherence of the architect’s work and discourse to pensiero debole, the relationship between Branzi and Vattimo is far from being the simple and mere absorption of an intellectual corpus that was absolutely alien until that point. Quite the contrary, it proves to be very revealing about the invariants that Branzi has stubbornly kept throughout his long career and, more broadly, about how architects relate to their cultural environment.


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