Desde que en la Edad Media quedaron clasificadas las disciplinas docentes en los dos bloques denominados trivium y cuatrivium, se ha querido siempre presentar como divorciadas las ciencias de las humanidades, y hasta catalogar a las personas en dos clases disjuntas acordes a la posesión del "esprit de finesse" o "de géométrie" pascaliano.
El gran escenario de la tecnología contemporánea se ha interpretado como el triunfo de una de estas dos partes de la cultura sobre la otra, que yace en la actualidad acorralada, debilitada y próxima a sucumbir. El triunfo de la cienccia sobre las humanidades parece seguro, y el panorama que los pregoneros de esta situación proclaman no está muy lejos de una premonición apocalíptica: el hombre deshumanizado tendrá el comportamiento de un robot, todo lógica, nada sentimiento.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados