El patio se margina en un primer momento del repertorio espacial moderno debido a que su naturaleza conclusa parece entrar en conflicto con la búsqueda del ideal de espacio unificado, continuo y dinámico que propugna, tal y como señala Carlos Martí. Paulatinamente, los impulsos de profundización en la dialéctica entre el ansia expansiva de incorporación de la naturaleza y el instinto de recogimiento inherente al habitar humano, llevan a la modernidad a redescubrir el patio: primero a través de espacios cóncavos pero abiertos, luego mediante la selección y escisión de fragmentos de entorno para asociarlos al interior, configurando exteriores limitados, y por último, volviendo a interiorizar el patio.
Esta última etapa en el proceso de recuperación del patio, en la que recobra su esencia de clausura, se inicia, aproximadamente, en coincidencia temporal con la crisis de la modernidad, auspiciada por el auge de existencialismo y la fenomenología. Justo en este momento, la arquitectura española, que por circunstancias político-sociales había estado prácticamente ausente en el proceso de ruptura con la tradición y refundación de la arquitectura internacional, se incorpora a la modernidad. Pero cuando lo hace, no se limita a asumir y reproducir los postulados modernos, sino que enseguida entra de lleno en el debate con una actitud crítica y propositiva. En los años 50, al mismo tiempo en el que tienen lugar los primeros ensayos de clausura total del patio en la arquitectura doméstica moderna, en España ya se están construyendo casas con patios interiorizados como La Ricarda de Bonet Castellana, la casa MMI de Sostres o la casa en Cerro del Aire, de Fisac. En España la modernidad no pasa por la fase de repudio de lo cóncavo; cuando los nuevos planteamientos penetran en ella, la recuperación del patio ya se ha producido, por ello da lugar a tantos y tan buenos ejemplos. A pesar de la trascendencia cuantitativa y cualitativa de las aportaciones españolas al patio moderno, apenas han sido difundidas y valoradas por la crítica cuando se ha ocupado del tema, destacando reiterativamente los casos más conocidos; sin embargo, en esta investigación han podido documentarse más de cien.
El propósito de este artículo es mostrar cómo las reflexiones construidas en torno al patio en las casas españolas de las décadas de 1950 y 1960 contribuyen al enriquecimiento del discurso de la modernidad, ya que además de asimilar los nuevos conceptos espaciales de apertura, transparencia y fenomenización del espacio, permiten profundizar en ellos, refinándolos y complejizándolos. Las casas analizadas fueron realizadas con materiales austeros, y en ciertos casos con presupuestos ajustados, en una época marcada por considerables limitaciones técnicas. Aunque en algunos casos fueron promovidas por propietarios de un nivel social acomodado, su análisis permite conocer el impacto espacial y emocional que puede lograrse con medios modestos, que no requieren de grandes dispendios, sino de una profunda reflexión sobre la disposición de los elementos arquitectónicos, algo sobre lo que conviene volver la mirada en el contexto de crisis actual.
Palabras clave: patio, modernidad española, conceptos espaciales.
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