Curro Inza además de arquitecto fue profesor en la escuela de arquitectura de Pamplona y gracias a ello se ha podido conocer su particular modo de pensar difundido tanto por sus alumnos como por sus compañeros. Este arquitecto entendía la arquitectura como la superposición de la lógica constructiva a unas reglas de juego elegidas por el mismo. En sus edificios el protagonismo es adquirido por la cualidad formal y material. Por ello, resulta aún más sorprendente el resultado final de su obra en el que existe un juego que responde a una serie de reglas prestablecidas que no rompen la coherencia y seriedad.
Resulta interesante estudiar la forma de proyectar de este arquitecto que relaciona aspectos tan contradictorios como la imaginación con la razón estableciendo un contraste entre la lógica constructiva, necesaria para toda construcción arquitectónica, y la capacidad de los poderes de la imaginación. Así la arquitectura, sin abandonar sus cualidades materiales, trabaja con la estimulación de sensaciones.
El estudio y análisis de las estrategias proyectuales en la obra de Curro Inza, desde el punto de vista proyectual, nos permiten conocer una serie de mecanismos de los que hoy podemos aprender y utilizar en la práctica arquitectónica. En definitiva, se trata de estudiar la construcción de un lenguaje arquitectónico al servicio de la sociedad.
El mecanismo que arma la arquitectura de Curro Inza es la combinación de método y juego controlado, utilizando como estrategia proyectual el conflicto y la reunión entre estos dos elementos, lo racional y lo irracional. Ambos aspectos combinan a la perfección en sus obras construidas, su gran logro ha sido cuadrar el juego con la lógica constructiva. Se trata de un arquitecto que realiza una búsqueda por un entendimiento en la forma arquitectónica, una relación con lo material, con aquello que no se puede percibir en un papel, lo que hay que sentir. Por ello en su obra hay una gran diferencia entre lo proyectado y lo construido.
La situación arquitectónica actual necesita una actitud como la de Curro Inza, un arquitecto movido por la necesidad de expresar sus inquietudes, no clasificable en las categorías de su época, un personaje singular, exagerado, movido por las necesidades de un cliente y un lugar donde situar su obra, dejando de lado un merecido reconocimiento personal. Su obra es atemporal, sigue su estilo propio. Se trata de un arquitecto paradójico y a la vez fascinante, que tiene una obra de la que es posible aprender hoy en día.
Palabras clave: Curro Inza, arquitectura contemporánea española, estrategias, pensamiento.
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