La Roiba: el ingenio, la experimentación, y el concepto de habitar
- Autores: Jorge Salgado Cortizas
- Localización: I Congreso Pioneros de la Arquitectura Moderna Española: Vigencia de su pensamiento y obra: Actas digitales de las Comunicaciones aceptadas al Congreso. / coord. por Teresa Couceiro Núñez, 2014, ISBN 978-84-697-0296-3, págs. 884-893
- Idioma: español
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Resumen
Antes de comenzar con el proyecto, Molezún realiza varios viajes desde Madrid a Galicia para observar el comportamiento de las mareas y de que manera puede afectar la Maruxia a la construcción que tiene en mente.
Una de las primeras decisiones fue destinar el espacio inundable, que conforman los antiguos muros de piedra a aljibe y almacén para embarcaciones, pensando en el barco como una dependencia más de la vivienda, con la posibilidad de desplazarse por la ría.
En los croquis previos al proyecto plantea toda la construcción muy cerrada al norte, abierta discretamente al Este y al Oeste, y muy abierta al Sur, donde se sitúa la terraza, esta disposición obedece a la necesidad de proteger la edificación del temporal. Las soluciones constructivas, los materiales, y los medios previstos son los apropiados para que la casa necesariamente pueda ser construida por los albañiles del lugar.
La llegada a la casa se produce por el camino que desde Bueu bordea la costa, en dirección a la playa de Beluso. El compromiso de Molezún con la modernidad queda reflejado en la manera de concebir su casa, nada de fachada, ni de entrada diferenciada, ni siquiera de escala o volumetría, al igual que en la casa Tugendhat (1.928) y como en ella, se entra por la parte alta inmediata al camino, por donde la casa apenas se eleva en vertical, estableciendo una dialéctica con el entorno.
En una primera fase la vivienda desarrolla un programa de mínimos, condicionado por la antigua posición de los retretes de la fábrica. La fascinación que le provocan los barcos a Molezún, le hace proyectar el interior de la vivienda de manera similar al puente de un barco, produciendo objetos singulares que resuelven situaciones concretas.
Las posibilidades de experimentación alcanzan al mismo concepto de habitar, la fluidez espacial del interior hacia el exterior, no es sólo un mecanismo proyectual que utiliza Molezún para agrandar el espacio interior, sino que a través de esta percepción del exterior permite que los habitantes de la casa participen de la naturaleza que les rodea y a la vez se sientan protegidos de ella, convirtiéndose la casa en el mirador de un espacio ideal, la ensenada de Bueu.
Los espacios exteriores de la vivienda se conciben como continuación de esta, y sirven de transición entre el espacio privado y el espacio natural. Una pérgola de madera con una buganvilla sobre la zona de acceso, y unos toldos de lona a modo de velas que cubren la terraza, ayudan a proteger de la radiación solar.
La casa se proyecta como una obra abierta en el tiempo, dispuesta a ser ampliada y modificada en un proceso permanentemente inacabado. Con posterioridad y adosado a los depósitos de agua se ha construido un espacio para los hijos. El nuevo volumen contrasta con el ya existente por la forma singular de la cubierta a un agua. Este tipo de cubierta, si bien opone el perfil oblicuo a las formas cúbicas de la modernidad, implica también una esencial asimetría y ausencia de fachada ambas propias del modo de hacer de la arquitectura moderna.
Palabras clave: Molezún, La Roiba, Habitar
