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La arquitectura del ocio en Manuel Muñoz Monasterio

  • Autores: Carlos Ripoll Gómez, Virginia Ripoll Tolosana
  • Localización: I Congreso Pioneros de la Arquitectura Moderna Española: Vigencia de su pensamiento y obra: Actas digitales de las Comunicaciones aceptadas al Congreso. / coord. por Teresa Couceiro Núñez, 2014, ISBN 978-84-697-0296-3, págs. 813-822
  • Idioma: español
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  • Resumen
    • Manuel Muñoz Monasterio (1904-1969) forma parte de los arquitectos que la historiografía arquitectónica, no ha realizado ninguna monografía, ni estudio recopilatorio de su obra, no abundan tampoco los artículos sobre su figura y su vida es bastante poco conocida.

      La Plaza Monumental y el Estadio Santiago Bernabeu son las referencias mas citadas de su dilatada obra. No fue un arquitecto representativo de ningún movimiento, ni promotor de ninguna corriente, lo que Rafael Moneo y Antón Capitel, refiriéndose a él, denominan “un profesional puro”, un arquitecto sobre todo dedicado a la Administración, de la mano de su mentor, Pedro Bidagor.

      Perteneciente a la llamada generación Moya, se formó en el movimiento moderno, el racionalismo y las vanguardias de principios del siglo XX. Fue coetáneo, trabajó y sus carreras profesionales se cruzaron, con compañeros de la relevancia de Fernando García Mercadal, Mariano Garrigues, Luis Gutiérrez Soto, Secundino Zuazo, Manzano Monis, Mariano Rodríguez Orgaz, Santiago Esteban de la Mora o de Javier Carvajal, así como los escultores José Ortells, Francisco Pérez Mateos, José Segurado y en general con integrantes de la vanguardia artística españolas de los años de preguerra civil.

      Muñoz Monasterio planteó en sus propuestas, albergar el ocio de masas y las instalaciones deportivas, que desarrollará, como impulsor, a lo largo de la carretera del Pardo, antes de la guerra y a la conclusión de la misma, con la clara influencia del GATEPAC, siendo la primera experiencia que se realiza en toda Europa. Asi La Playa de Madrid (1932), su reconstrucción (1947) y El Parque Sindical (1954) son la expresión de las tesis defendidas por el grupo Centro de citado movimiento.

      En 1944, gana, junto a Luis Alemany, el concurso para la construcción del Estadio Santiago Bernabéu, de estilo italiano, en donde se empotraba el graderío en el terreno, superponiéndose las gradas y asi produciendo su cubrición parcial. La ampliación de este estadio en 1952, la realización del Ramón de Carranza en Cádiz (1953) y del Estadio Sánchez Pizjuan en Sevilla en 1954, hacen de este arquitecto el pionero de las construcciones deportivas en España, con claras influencias en estadios posteriores como el Nou Camp.

      En los años 50 e influenciado también por los aires aperturistas, a los que no escapa, el urbanismo toma un protagonismo en su tarea profesional y así se ve inmerso, junto con Bidagor, en dar solución a la pujante industria turística, que se está desarrollando por toda la costa mediterránea. Así en 1956 desarrolla el Plan de Benidorm, de cuyo equipo forma parte. Dejó, como precursor de la construcción turística, el Hotel Pez Espada en Torremolinos, emblema y ejemplo de los futuros hoteles de la Costa del Sol, que marcó un camino a seguir. El Hotel, cuya concepción arquitectónica supuso la reivindicación de la Modernidad en la España que salía de la autarquía, para entroncarse en el Estilo Internacional.

      La futura comunicación propone el estudio de los proyectos ligados al ocio de Muñoz Monasterio, de cuyas tipologías fue un verdadero precursor Palabras clave: Pionero, Ocio, Masas, Vanguardia, Turismo


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