¿Cómo se explica el éxito y la aceptación generalizada de una visión del mundo en la que el bien individual prioriza sobre el colectivo? ¿Cómo se puede enfrentar ese mantra si incluso el hecho de que los finalmente agraciados sean pocos o muy pocos lo refuerza, tal y como la lotería ve aumentar los compradores cuanto mayor es el premio y no el número de premiados? Este artículo propone un recorrido por la interiorización de la premisa de que el crecimiento económico es la única solución para asegurar el bienestar y satisfacer los anhelos de toda la ciudadanía y que el camino se reduce a someter la política o los vaivenes e intereses de los mercados.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados