Los suelos del mundo sostienen más carbono orgánico que el almacenado por la vegetación y la atmósfera en forma de CO2. Este hecho evidencia que el suelo constituye un importante e inmediato medio para secuestrar carbono, lo que se traduce en la retirada de dióxido de carbono de la atmósfera y contribuye en la mitigación del calentamiento global. El artículo analiza el papel del suelo en el cambio climático, la importancia de su gestión, la elaboración de un mapa de CO2 retenido a partir del mapa de C orgánico almacenado por los suelos de los distintos países de la Unión Europea, y las distintas técnicas conducentes a incrementar el almacenamiento de CO2 en el suelo agrícola, sin olvidar el papel de los suelos urbanos.
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