María A. Castrillo Romón, Miguel Fernández Maroto, Marina Jiménez Jiménez
Las diversas corrientes de revisión del urbanismo funcionalista interpretan los espacios libres de uso público a pie de inmueble, característicos de la morfología urbana del Movimiento Moderno, de formas contradictorias. Este artículo parte de una crítica de las posiciones más enfrentadas y defiende la necesidad de dotarse de técnicas y métodos que contribuyan a que la práctica urbanística contemporánea sobre este tipo de tejidos pueda superar efectivamente los estereotipos hoy dominantes.En este sentido, el artículo propone el “plano espeso del suelo” como una técnica específica para el análisis de este tipo de tejidos urbanos y de su evolución física. Su aplicación al barrio de Huerta del Rey —Valladolid, España— evidencia tanto la invalidez del argumento “securitario”, hoy dominante en la acción pública sobre los barrios funcionalistas, como el comportamiento crítico de los habitantes frente a algunos de los principios de la Carta de Atenas. De hecho, revela ciertos factores espaciales que pueden influir sobre las apropiaciones de esos espacios libres hechas por sus habitantes y contribuye —junto con otros instrumentos— a definir un horizonte proyectual de mejora de estos espacios.
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