Entre los siglos IX y X las costas andaluzas sufrieron tres grandes ataques vikingos. Ante la crudeza de estos asaltos los gobernantes de al-Andalus no tuvieron más remedio que reforzar su flota y las defensas de sus ciudades.
"El mar parecía estar cubierto de pájaros de color sangre, y los corazones de los hombres se llenaron de temores y angustia". Estas palabras de Ibn Idhari reflejan el primer contacto que tuvo la sociedad andalusí con los madjus durante el gobierno del emir Abd al-Rahman II en la primera mitad del siglo IX. Estos madjus no eran otros que los vikingos, quienes al desembarcar en costas de al- Andalus, en palabras de este mismo autor, "hicieron beber al pueblo el cáliz de la amargura".
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