Resumen de Editorial: El Instituto de Informática
Ha llegado el momento. El Instituto de Informática es ya una realidad. Aquello que tanto se propuso a través de estas líneas es, al fin, un hecho cierto y esperanzador.
El Ministerio de Educación y Ciencia, en su decreto de fecha 29 de marzo, se ha hecho eco de la necesidad de profesionalizar a todos aquellos que sirven y servirán en el marco de la informática y ha formulado una escala de puestos de trabajo que regularán, de una vez para siempre, a quienes lo han de manejar.
Todavía faltan matices por definir, pero lo fundamental ya está decretado: la necesidad de regular los sistemas de enseñanza y la de un reconocimiento oficial de los especialistas integrados o por integrarse en la mecanización. Ello supone, en definitiva, situar esta ciencia al nivel que verdaderamente le corresponde.
No existen por el momento las normas que han de regular el desarrollo de los planes de estudio, duración de lo que, a no dudar, llegará a ser la "carrera de informática" y los reglamentos de funcionamiento del citado Instituto; pero estamos seguros de que estos puntos verán la luz muy pronto.
Felicitamos sinceramente al excelentísimo señor ministro de Educación y Ciencia, señor don José Luis Villar Palasi, por su acierto en la propuesta y creación del Instituto de Informática y por la magnífica orientación que, creemos, ha dado al mismo.
Queremos también hacer extensiva esta felicitación al excelentísimo señor subsecretario, don Alberto Monreal Luque, que por disposición implícita del citado decreto ha de desempeñar la presidencia del Patronato Rector, y del que nos consta su interés y participación por la creación de dicho Instituto. Ellos son los artífices de esta regulación, que, dicho sea de paso, no ha podido ser establecida todavía en muchos países que incluso le llevan al nuestro cierta ventaja en este campo.
PROCESO DE DATOS dedicará, con carácter especial, gran parte del número siguiente a comentar las razones y posibilidades de este Instituto. Hoy solamente nos limitamos a saludar alborozados la aparición del mismo. Confiemos que su realidad sea lo que todos, y especialmente los grandes sectores de la ciencia, investigación e industria, esperan.
