Resumen: El golpe militar del 11 de septiembre dio comienzo al exilio de cientos de miles de personas. La masiva llegada de chilenos representó un gran desafío para el gobierno peronista que respondió - entre otras medidas - articulando, junto con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y las iglesias cristianas, una red nacional de asistencia a los refugiados. No obstante, la profundización del conflicto social y político luego de la muerte del presidente Juan Domingo Perón generó importantes cambios en la política gubernamental con respecto a los refugiados que afectaron la situación de los chilenos y la labor de las agencias que los asistían.
The military coup of September 11 began the exile of hundreds of thousands of people. The massive influx of Chilean represented a great challenge for the peronist government that responded - among other measures - articulating, together with the United Nations High Commissioner for Refugees (UNHCR) and Christian churches, a national network of assistance to refugees. However, the deepening of social and political conflict after the death of President Juan Domingo Peron led to significant changes in government policy regarding refugees which affected the situation of Chileans and the work of the agencies that attended them.
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