Es innegable que los insecticidas y pesticidas, en general, son compuestos químicos beneficiosos, capaces de proteger la producción agrícola y ganadera de gran número de plagas, además de prevenir y controlar muchas enfermedades de los animales y el hombre. Además, son compuestos fáciles de aplicar, generalmente rentables y, en muchas ocasiones, el único método válido para el control de estos organismos. Sin embargo, estos beneficios conllevan una serie de consecuencias, debiendo extremarse las medidas de seguridad para proteger la salud humana, animal y el medio ambiente.
En este capítulo se abordarán las consecuencias de la utilización de cada uno de los productos eficaces en el tratamiento de ectoparásitosís de pequeños rumiantes.
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